En CatLife tenemos una regla básica: ¡la malla viene incluida con el gato! son tal para cual, ¡un dos x uno! Independientemente de que vivas en un segundo piso, la malla en balcones, ventanas o sitios de escape no solo te evitará perdidas innecesarias, sino también, caídas ¿te suena familiar lo siguiente?: “mi gato nunca se ha botado y ya tiene 8 años”, “él ya se cayó, y desde ahí no ha vuelto a botarse” o, “él se asoma pero nunca se ha botado”.
Si tu lo has dicho, o alguien cercano a ti lo dice con sus gatos, debes tener en cuenta que no se trata de que ellos deliberadamente decidan votarse al precipicio; sino por el contrario, el gato por naturaleza es cazador y cualquier animal rastrero o de aire, será una oportunidad espectacular para sacar a flote sus instintos cazadores, por ende, el mayor porcentaje de caídas de pisos altos se debe a un mal calculo, un susto o un resbalón que resultó en caída. El hecho de que no parezca verse nunca con intenciones de husmear más allá en el balcón/ventana, no impide que su instinto cazador se active con la llegada de un pájaro y quiera ir tras su presa.
Lamentablemente, tenemos la mala concepción de que al gustarles las alturas, saben manejarse perfectamente en ellas, sin embargo, es muy común que los gatos caigan y en muchos casos, resulten con graves afectaciones en sus cuerpos o mueran a causa de dicha caída. Existe un viejo mito que dice que los gatos siempre caen parados ¡pero no es así! aunque tienen un excelente oido que les permite volver a ubicar su cabeza correctamente tras la caída, contraer sus patas delanteras e iniciar a girar sus patas traseras cambiando la velocidad angular de su cuerpo, los gatos no son tan infalibles y en ocasiones su agilidad y destreza falla.
Si tal vez no te gusta que la malla se vea ¡pregúntale a un asesor de mallas! ya que de acuerdo a su color, hay unas que se notan menos que otras, también debes tener en cuenta su tipo (nylon -hilo), ya que hay algunas que tienen un tiempo de vida útil inferior y tienden a tener un mayor desgaste con el sol y el agua. ¡No olvides halarla de vez en cuando! así corroborarás que si tu gatito la llega a trepar, o a tirarla con sus garritas, esta resistirá.
Tips básicos de prevención:
- Si tu malla se torna de color amarillo ya está para cambio.
- Si la halas y se revienta, ya esta para cambio.
- Si últimamente le encuentras orificios, muy probablemente no es tu gato que este haciendo daños, sino es la malla que ya llego a su tiempo de vida útil.
- Si la pusiste hace mucho tiempo debes estar pendiente, puesto que el sol y el agua las desgastan.
- Cuando te la instalen, verifica que todos los cáncamos estén perfectamente cerrados, cáncamos abiertos dan pie a que la malla se suelte.
- Las mallas de hilo negro tienden a tener una vida útil más larga.
¡Cuando puedas verifica que el estado de tu mallita sea óptimo!
Observa y aprende a conocer a tu gatito, no existe conocimiento más amplio que el de la experiencia, escrito por equipo CatLife.